Una foto para el recuerdo junto al chef catalán Pere Masoliver (Restaurante Can Masoliver) en la inauguración.
En esta corta estancia en Panamá se dedicó a sus amigos y como alma de vino que es, no hay mejores amigos que los platos y cocineros con los que el vino acaba formando matrimonio en la mayoría de mesas con mantel. Entre cubiertos, copas y sobremesas vivimos tres días inmensos en compañía de Pere Masoliver en su Can Masoliver, Catalán, Menorquin y panameño, porque es un hombre que acaba haciendo patria y sientiéndose parte allá donde la vida lo ha llevado, solo el contacto con otro de sangre Balear como Miquel Angel, transforma milagrosamente a Pere, su catalán con acento barcelonés se convierte en dialecto balear..
Diego García, chef ejecutivo del Restaurante Miraflores nos brindó un almuerzo histórico en la terraza con vistas a las esclusas del Canal de Panamá.
En el Restaurante con vistas a las esclusas de Miraflores nos dejamos llevar por la cocina oceánica del chef peruano Diego García, un maestro todavía desconocido para muchos que le ha dado un giro de 360º a la oferta del restaurante con mejor panorama de la capital, las esclusas de Miraflores del Canal de Panamá. Estuvimos toda una tarde disfrutando con calma de un impactante menú de degustación creado para la ocasión, amenizado por la cadencia rítmica del proceso paso de los buques portacontenedores en su descenso desde el nivel del lago Gatun al nivel del Mar en el último tránsito de las embarcaciones en la travesía interoceánica. A media tarde la tertulia tomaba un marcado acento limeño con una fina lluvia acompasada por el sabor de unos pisco sour de aquellos que solo un peruano sabe preparar.
El abrazo entre dos amigos que vuelven a encontrarse, ahora en tierras panameñas. El valencià Felip Andreu, Chef ejecutivo del Restaurante Orígenes y el Mallorquí Miquel Àngel Cerdà
Para la última noche nos guardamos un encuentro muy esperado, el chef del Restaurante Orígenes, Felip Andreu, compatriota de València, ya puede lucir cocina y restauración después de varios meses de preparación de un ambicioso proyecto. En este periplo Miquel Angel estuvo en dos ocasiones en Panamá y para entonces Felip ya formaba parte de nuestro nucleo de amistades personales. Ambos labraron una ferrea amistad que curiosamente nace hace unos años de la admiración del chef hacia los vinos de Anima Negra en su Valencia natal hasta el punto de que hizo peregrinaje a la bodega insular para conocer a los autores de su vino favorito.
Felip ofreció una noche inolvidable que merece un post aparte, nos brindó la nit d'Ànima Negra, una cena con un amplio recorrido culinario en la interpretación sobre el plato de un homenaje a los vinos que tanto ama. Fueron tres días en los que vivimos un descorche de amistad por parte de algunos de los mejores exponentes de la alta gastronomía en Panamá, para mi, como testigo, un privilegio vivir rodeado de todo lo bueno que es capaz de generar a su alrededor un Ànima Negra.
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