Me escribe mi amigo Josu desde Euskadi. No anda metido ni en Mugaritz, ni en Arzak.. simplemente es uno de tantos hombres que en tierras de Vizcaya y Guipúzcoa se meten en los fogones los fines de semana. Hombre que no cocina en Euskadi no es hombre !!!!!!
Me envía la foto de su paella, participó en la 51 edicion del concurso internacional de paellas de su pueblo, se presentaron más de 100 paellas y quedó clasificado en la posición 23. Evidentemente pretendia pasar un buen rato. Lo más curioso es que dicho concurso se celebra en el pais vasco, cuya identificación con la paella es absolutamente nula... pero los vascos le dan a todo si se trata de cocinar... no es de extrañar que en la semana que viene hagan la 89 edicion del concurso intergalactico de gazpacho andaluz.
Josu, que en su vida laboral anda por todo el planeta como director de Exportación de una empresa española, lo conocí cuando aún se dedicaba a jamones y foi gras. Cada año cuando llegaba la vendimia nos juntabamos amigos de varias partes de España en Roa de Duero, en el corazón de la Ribera del Duero invitados por la familia Esteban, venia Iñigo desde Bilbao, Luisma desde Sevilla, Josu desde Burgos, Isidro y yo desde Barcelona. Ayudar, ayudabamos bien poco, en la viña los vendimiadores rumanos trabajan tan ràpido que nosotros siempre quedabamos rezagados y eso que nos daban las cepas menos productivas de cada parcela.
En todo caso nuestra misión se centraba en mantener viva la brasa de sarmiento para las costillitas de cordero con vino, a disfrutar las noches de Roa de Duero y sus fiestas de la vendimia, en el ámbito rural la mayor parte de los jovenes se han trasladado a las capitales pero cuando llega octubre todos regresan al pueblo para ayudar a sus familias en el momento mas esperado del año y sobretodo para reencontrarse con todos sus amigos de infancia.. os podeis imaginar la alegria que se vive.
Mi esposa pudo disfrutar de estas experiencias recién llegada a Barcelona, para ella el recuerdo aún perdura y lo sitúa entre las actividades más gratas de los 6 años que vivió conmigo en España. El cordero lechal en horno de panadero, que en Burgos y Valladolid supera en afición al cochinillo, o las setas de cardo guisadas en aceite de oliva y ajos macerados son los puntos culminantes de la experiencia gastronómica.
Hoy me desperté con ganas de vendimiar !!!!!!!!!
Se le extraña como visitante de mi blog!, la paella se ve muy provocativa
ResponderEliminarun bon "cordero lechal" en forn d'un forner!!! És del millor que un es pot menjar.
ResponderEliminarAmic Jordi,
ResponderEliminarEstamos de acuerdo que el cordero lechal preparado en horno de leña de panadero y comido en un merendero de la ribera del duero es una de las 7 maravillas del mundo
Admirada Maria Elena,
ResponderEliminarayer lei lo que le haces a las aceitunas, quedé sin habla... aún estoy suspirando... deberiamos enviar tu texto al sector olivarero español !!!!!
con muchisimo gusto contribuiré al culto de los encantos!.
ResponderEliminarPuede disponer de mis textos Sr. Oriol, con personas como usted provoca inspirarse.