Desde que adquirimos nuestras oficinas en el Centro Empresarial Lagunita, nuestro ocio culinario se traslada frecuentemente a El Hatillo. Me encanta levantarme pronto entre semana para desayunar en el pueblo y disfrutar de la calma que impera a esas horas, es un lujo extraordinario ya que puedo vivir por unos instantes apartado del bullicio capitalino. El fin de semana, cuando nos quedamos en Caracas es habitual que paseemos por sus calles y sobretodo que disfrutemos de su oferta gastronómica.
Hoy nuestros pasos nos llevaron a Hajillo's Restaurant & Lounge, a escasos metros del estacionamiento público del pueblo. El restaurante es pequeño pero muy acogedor, practicamente todo es de color blanco con pequeños destellos de color, unas ventanitas enseñan el verdor exterior y una vez sentados nos envuelve la decoración rural de inspiración francesa. A media comida uno se siente transportado a un pueblito del Tarn o de la Borgogne y solo regresa a la realidad si el plato elegido es Asado Negro o Pastel de Chucho margariteño.
Hace un año que abrieron y están disfrutando del reconocimiento de sus clientes. La comida no tiene secretos ni es rebuscada pero conquista el paladar por ser hecha con todo el mimo y cariño de quien desea agradar de corazón. Empezamos con una Crema de Zanahoria con Jengibre y fondo de aves que fue de largo lo más sorprendente, la combinación exquisita y la sutilidad en el trato del Jenjibre fue el alma del plato.
Para continuar dos platos con un espíritu semejante en la presentación gratinada: "Para ver Estrellas" con una concha rellena de calamares, camarones, pulpos y vieiras me hizo pensar en mi abuela Carme y su renombrada receta de conchas de vieiras rellenas de pescado. Mi mujer se fue por un braseado de pollo con vegetales, aceitunas y pasitas fundidos en queso Edam. Disfruté de ambos como si tuviera a mi izquierda el sabor del Mar y a la derecha el de la Montaña, algo que los catalanes solemos comer en un mismo plato.
Para el plato principal nos dejamos guiar: "Afrodisiaco": Un timbal de Arroz con mango coronado con pollo al curry. En la mesa se complementa el plato con cuencos que atesoran pequeñas porciones de legumbres, frutas, vegetales frescos, pasas, salsas, picantes, todo cortado en cuadritos y que sirve para mezclar con el arroz al gusto del comensal... Un plato diferente, encantador, sensible y lleno de humor femenino que nos conquistó... un viaje desde el lejano oriente hasta el corazón del Hatillo.
Nos queda mucho por conocer, la carta tenía 5 entrantes que me resultaban llamativos y en los principales aparecen elaboraciones clásicas venezonalas muy a tener en cuenta. De hecho ahora ofrecen un menú navideño con el cuarteto clásico venezolano: Hallacas, pan de jamón, pernil y ensalada de gallina.
Este mediodia disfrutamos de un plácido encuentro con personas apasionadas, vivimos su cocina relajados y con la constante sensación de ser consentidos. Muchas gracias
Hoy nuestros pasos nos llevaron a Hajillo's Restaurant & Lounge, a escasos metros del estacionamiento público del pueblo. El restaurante es pequeño pero muy acogedor, practicamente todo es de color blanco con pequeños destellos de color, unas ventanitas enseñan el verdor exterior y una vez sentados nos envuelve la decoración rural de inspiración francesa. A media comida uno se siente transportado a un pueblito del Tarn o de la Borgogne y solo regresa a la realidad si el plato elegido es Asado Negro o Pastel de Chucho margariteño.
Hace un año que abrieron y están disfrutando del reconocimiento de sus clientes. La comida no tiene secretos ni es rebuscada pero conquista el paladar por ser hecha con todo el mimo y cariño de quien desea agradar de corazón. Empezamos con una Crema de Zanahoria con Jengibre y fondo de aves que fue de largo lo más sorprendente, la combinación exquisita y la sutilidad en el trato del Jenjibre fue el alma del plato.
Para continuar dos platos con un espíritu semejante en la presentación gratinada: "Para ver Estrellas" con una concha rellena de calamares, camarones, pulpos y vieiras me hizo pensar en mi abuela Carme y su renombrada receta de conchas de vieiras rellenas de pescado. Mi mujer se fue por un braseado de pollo con vegetales, aceitunas y pasitas fundidos en queso Edam. Disfruté de ambos como si tuviera a mi izquierda el sabor del Mar y a la derecha el de la Montaña, algo que los catalanes solemos comer en un mismo plato.
Para el plato principal nos dejamos guiar: "Afrodisiaco": Un timbal de Arroz con mango coronado con pollo al curry. En la mesa se complementa el plato con cuencos que atesoran pequeñas porciones de legumbres, frutas, vegetales frescos, pasas, salsas, picantes, todo cortado en cuadritos y que sirve para mezclar con el arroz al gusto del comensal... Un plato diferente, encantador, sensible y lleno de humor femenino que nos conquistó... un viaje desde el lejano oriente hasta el corazón del Hatillo.
Nos queda mucho por conocer, la carta tenía 5 entrantes que me resultaban llamativos y en los principales aparecen elaboraciones clásicas venezonalas muy a tener en cuenta. De hecho ahora ofrecen un menú navideño con el cuarteto clásico venezolano: Hallacas, pan de jamón, pernil y ensalada de gallina.
Este mediodia disfrutamos de un plácido encuentro con personas apasionadas, vivimos su cocina relajados y con la constante sensación de ser consentidos. Muchas gracias
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