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Mostrando las entradas etiquetadas como critica gastronomica

Restaurantes

RESTAURANTES DE CATALUÑA Elche, arroces levantinos en Barcelona desde 1959 El Refugi de Pescadors, refugio para amantes de la gastronomía de la Costa Brava El Celler de Can Roca, Número 1 del Mundo La Cuenta de las Cuentas en Can Ravell Qué Huevos tiene Ravell!! Telefèric, pintxos y tapas de altura en Sant Cugat El Ramblero, mariscada en La Boquería Celler de Can Roca 1.0 Tempura-Ya, un japonés más allá del Sushi Mas El Fonoll de Sant Feliu de Codines Frankfurt's Leo Boeck, Tradición en Salchichas Alemanas Patatas Bravas de la Costa Brava, Chiringuito Michel Rocambolesc, la factoria de los sueños helados de Jordi Roca RESTAURANTES ESPAÑA VENEZUELA PANAMÁ Mis quesos en Panamá LT Signature by Laurent Tourandel Ciao Bella Pizza, la auténtica pizza artesana Estilo Campo, brasa argentina en familia Ego y Narciso, terraza gastronómica en Plaza Bolívar Leños & Carbón, brasas en las Islas de Amador Mi Ranchito, comida panameña para panameños Quesos Chela, f

Ego y Narciso. Terraza gastronómica en Plaza Bolívar del Casco Antiguo de Panamá

La Plaza Bolívar es uno de mis rincones favoritos de la capital panameña, tiene una magia especial, nos hace sentir de forma abrumadora el carácter del Casco Antiguo y desata la imaginación de como era la vida en Panamá cuando todo lo relevante sucedía en las calles y plazas de intramuros. En plazas como Bolívar, Catedral o Plaza Francia se ha escrito la historia de este país, como bien retrata el libro de Juan David Morgan "Entre el Cielo y la Tierra", en cada ocasión que visito estos escenarios no puedo evitar evocar su peso histórico y considero un privilegio sentarme a cenar en alguna de las terrazas del perímetro de la plaza. Ego y Narciso no es nuestra primera opción, pero no por su calidad gastronómica, si acaso por una oferta más pensada para la cena en pareja y el encuentro entre grupos de adultos y nosotros solemos visitar el casco con los niños y buscamos mesas para contentar a toda la familia. El lugar es sofisticado en su interior y muy ameno en la terraza, so

Mi Ranchito. Comida panameña para panameños en el Causeway

Hemos visitado este lugar en dos ocasiones, muy espaciadas en el tiempo, la primera casi al llegar a Panamá, por la curiosidad de descubrir comida panameña, aunque más bien lo utilizamos como abrevadero de lo sedientos que estábamos por el paseo en bicicleta por el causeway en un día de calor bochornoso. En la segunda oportunidad, acompañados por amigos panameños, fuimos al desayuno "típico". Se trataba de un bufet de estilo hotelero con el ABC de las frituras y guisos del país. El lugar estaba abarrotado de gente por lo que es indudable que es un negocio arraigado profundamente entre los locales. Tardamos en conseguir mesa y me entretuve con unos pedacitos de chicharrón (buenos). Siendo como soy, amante de todo lo que el cerdo nos ofrece, el chicharrón es uno de los manjares más increibles del planeta pero administro con prudencia su ingesta por las consecuencias en las arterias, pero cuando está frente a mis ojos es como escuchar el canto de las sirenas y, como Ulises, o

Ciao Bella Pizza, la pizza artesana auténtica llega a Panamá

Rara vez en mis visitas a restaurantes entro en una pizzeria, si acaso como la pizza por accidente cuando aparecen en una reunión casera como comida de emergencia y resuelvo el hambre con un par de pedacitos ya que al tercero me cansa el mismo sabor de ingredientes de calidad ínfima mezclados bajo el yugo uniformizante del emperador tomate y su princesa "casi" mozzarella. El problema es que la pizza pertenece ya a todo el planeta desde que se incorporara al fast food, una restauración que busca el mínimo coste y máximo beneficio en el volumen, situada en el mismo nivel que hamburguesas, perros calientes, tacos y demás tex-mex y más recientemente sushis y maki rolls que en nada se parecen a sus ancestros. Cuesta por tanto reconocer dónde existen propuestas de valor gastronómico en locales que anuncien pizza y no acostumbro a retener localizaciones ni nombres, pero en el caso de Ciao Bella Pizza me llamó la atención las encendidas pasiones con la que amigos de confianza descr

Barcelona, una tapita de mi ciudad en el Trump de Panamá

. Comer 3 veces en poco más de una semana en un restaurante debe suponer un halago que poca explicación más requiere. Como barcelonés de nacimiento, el nombre del lugar ya resultaba a priori llamativo, pero a la vez me causaba recelo y temor que no fuera a dar la talla y mi amada ciudad quedara asociada en Panamá a una gastronomía que no fuera a mis ojos reconocible. Como en otras ocasiones, estaba equivocado, tardé demasiado en visitar el lugar para romper en una sola sentada mis prejuicios. La primera buena noticia fue saber que el chef ejecutivo, Daniel Bausà , es barcelonés y que en mi ciudad estuvo al frente del restaurante de un hotel mítico en la montaña del Tibidabo desde donde se disfruta de las mejores vistas sobre la ciudad condal. La segunda noticia buena, en definitiva la más importante, es la conquista del paladar que tapa a tapa, plato a plato, fue creando emoción por unos sabores que son los de mi tierra natal, raices, costumbres, recuerdos, vida, sábados de primavera

Restaurante japonés Matsuei, entre el cielo y la decadencia

He visitado en tres oportunidades este restaurante, bastante espaciadas en el tiempo, para confirmar en cada visita parecidas sensaciones, es un japonés que tiene toda la vida funcionando y que goza de reputación labrada durante décadas pero que personalmente me provoca claros y oscuros, logra éxitos en platos cocinados combinado con decepciones en donde nunca debería fallar un nipón que se precie: la calidad del pescado crudo para los sushis, sashimis y makis. El perfecto estado de conservación de una materia prima tan delicada debe ser la mayor preocupación de un restaurador de este tipo de comida y en mi caso, exigente hasta la saciedad en lo que a frutos del mar se refiere, nunca han logrado transmitir perfección en la presencia, textura y sabores del pescado crudo, ese "pero" que me deja al salir me impide agendar retornos en el corto y medio plazo. El lugar es acogedor como un restaurante de barrio de Toquio en la década de los ochenta, con una discreta sensación de d

La Jarana. Cocina peruana casera para esperar lo mejor

Parto de la base de que soy un fanático de la comida peruana y suelo hacer visita un par de veces al mes a mis favoritos en la ciudad. En el caso de La Jarana me daba una cierta pereza ir a comer porque si bien me había recibido por distintas amistades buenos comentarios sobre la comida, siempre se recalcaba el "pero" del servicio y la lentitud de la cocina, algo que personalmente no soporto y que en ocasiones incluso provoca que me vaya de un lugar sin comer. Por este motivo demoré tanto la visita hasta que la semana pasada me armé de paciencia y lo visité. El servicio no es amable, más bien inexpresivo, la comida tardó en llegar pero como estábamos en familia, el juego con los niños hizo más grata la espera. El restaurante estaba lleno y no se veía entrar y salir platos de cocina a buen ritmo, casi nadie comía... Cuando aparecieron los platos se abrieron nuestros ojos: impactante la cantidad de comida que ponen hasta el punto de que pensamos que seriamos incapaces de term

El Bodegón ahora con Gastrobar e idéntica calidad

Este es mi segundo comentario sobre El Bodegón, si repasamos el primero que hice, solo puedo confirmar todo lo que en su momento plasmé por escrito. Siguen siendo referencia en esta ciudad en cuanto a calidad gastronómica se refiere. Jamás he salido decepcionado, todo lo contrario, elegir un mediodía o cena en El Bodegón es siempre por un buen motivo de celebración en familia o para sentir orgullo personal ante un invitado de negocios al que se desea impresionar. La razón de este segundo comentario es una importante novedad en el concepto de servicio del restaurante. Han completado una profunda renovación estética de las instalaciones para modernizar los salones y fruto de ello han incorporado nuevos atractivos para vivir varios "bodegones". Destaca una cava de vinos fantástica donde se puede cenar en grupo, una terraza al aire libre para tomar un trago, fumar y comer abrigado con una climatización aceptable y, sobre todo, han transformado la antigua tasca de ambiente casti

Regresó Maito: Alegría en la mesa panameña

. Hace meses escribí una elogiosa crónica de Maito, probablemente la más apasionada fruto de la emoción del descubrimiento de este restaurante. Ha pasado el tiempo y después de decenas de visitas (perdí la cuenta) me considero un viajero frecuente en un restaurante que es uno de los valores más firmes de Panamá y que bajo nuestro criterio logra siempre satisfacernos en lo gastronómico y en todo lo que incluye la "experiencia" de visita a un restaurante. Forma parte de mi agenda de "lo mejor que ofrece Panamá" cuando recibo amistades de otras latitudes sabiendo que su reacción será apasionada con palabras que siempre llegan a conclusiones parecidas: "No imaginaba que pudiera existir algo de este nivel". Más allá de los compromisos de este cicerone de la mesa, Maito forma parte del paseo semanal con la familia hasta el punto de que mis hijos cuando les preguntamos donde quieren ir a cenar responden con los ojos abiertos: "maiiiiiito". De hecho el

Saquella Expresso Club, el paraiso de los cafeteros

Vivimos en un país cafetalero con productores de enorme prestigio internacional que venden sus cosechas a precio de oro para culminar las mejores mezclas de café que se disfrutan en ultramar. Una cosa es producirlo gracias a las condiciones idoneas de estas latitudes y otra muy distinta es saber prepararlo y degustarlo bajo la consideración de que además de sus propiedades estimulantes es un producto de alta gastronomía. La búsqueda de lugares en Panamá donde sirvan un café con ese algo más que lo hace único es uno de los pilares de mi comportamiento cotidiano y, desgraciadamente, no abundan en nuestra capital. Desde muy joven soy exageradamente exigente en la calidad, preparación y servicio de los 4 cafés expresso que me tomo a diario, el primero al despertar, dos en mi desayuno callejero y el que cierra los almuerzos por lo que resulto obsesivo en la selección de los lugares donde tomarlos. Cuando localizo una cafetería, bar, hotel o restaurante donde el café sea de mi total agrado

Lung Fung, un pedazo de China en el corazón de Ciudad de Panamá

El desbordante éxito de los desayunos dominicales de comida china es un fenómeno que no he encontrado en otro países y por tanto cabe considerarlo entre los pilares del ocio de la sociedad panameña. En Lung fung llega al extremo el fenómeno que antes habia experimentado en Golden Unicorn con el show de los carritos rodantes ofreciendo un menú amplisimo de platos fritos o al vapor, el bullicio, ruido, gente esperando turno. La diferencia fundamental entre ambos no se sitúa en el plato, más bien radica en el estilo. El Unicornio se situa en un edificio moderno y funcional con pequeños detalles que recuerdan que estamos en un chino, mientras al entrar en Lung Fung podemos sentir que hemos viajado a Pekin o Shanghai y que entramos en un restaurante de la parte vieja de estas ciudades por su vetusta decoración, techo bajo, mesas y sillas anticuadas y sobretodo su escasa iluminación. Es por tanto, cuestión de gustos sentirse más inspirado en uno u otro. La principal ventaja del Lung Fung

Patagonia Grill, carnes con el pedigrí de Gaucho's

Patagonia Grill es una reproducción fiel de la oferta culinaria del célebre Gaucho's de la Calle Uruguay con algunas variaciones poco decisivas, por lo que en teoria deberiamos poder disfrutar de la misma oferta en una nueva localización que beneficia a los que vivimos por este lado de la urbe y odiamos las colas que se producen para ingresar en los aledaños de la concurrida calle Uruguay. Por tanto, se trata de un espacio con una oferta previamente saboreada y sin secretos: la picada inicial de chorizo, morcilla y molleja, la carne importada en el principal, en mi caso la entraña, asado de tira o delmónico acompañada de la papa o verduras asadas. Todo ello matizado por el chimichurri o el picante y un vino como compañero de batalla. Mas allá del factor geográfico, ¿Cuales son las diferencias para que en mi caso y en el de mi familia apreciemos menos el Patagonia que el Gaucho's?. En primer lugar no nos sentimos cómodos en el espacio, intentaron reproducir una cabaña de mader

Una luna gastronómica sobre el cielo de Panamá

Esta luna llena aparece a diario en los confines de un local que marcó profundamene a una generación de jóvenes panameños de buena cuna -hoy en día adultos contemporaneos- por albergar anteriormente una discoteca que tuvo todo el éxito del mundo y construyó una memoria tribal a base de baile, tragos y mucho más. La discoteca desapareció de escena mientras aquellos jóvenes que la adoptaron como espacio de ocio compartido estudiaban, iniciaban trayecto profesional, se casaban, tenían descedencia, recibían herencias, adquirían deudas, casa en la playa o en el Valle. Aquella irresistible atracción para veinteañeros regresó con una propuesta inteligentemente disfrazada para regocijo de los que vivimos en la frontera de los cuarenta. Una oferta que combina bar, restaurante y terraza exquisitamente dispuestos para conquistar los mismos bolsillos de antaño pero con más tarjetas de crédito. El éxito desde su apertura es rotundo, hasta el punto de que aquel pasado glorioso ha reverdeciedo con

Blog recomendado: Las memorias gastronómicas de Flavio Velázquez

Flavio Velázquez es una de aquellas personas de las que uno desea ser amigo. Tuve el placer de conocerle en uno de mis primeros viajes a Panamá fruto de la casualidad y el vino, fue en Los Años Locos y en una cena de amigos de toda la vida en la que el único extraño era yo. Flavio destacó aquella noche por su elocuencia, bagaje cultural, sentido del humor. . Pensé entonces que eran las canas mejor puestas que había conocido en mucho tiempo, algo que posteriormente corroboré a partir de sus textos, sin querer pasé a formar parte del listado privilegiado de su constante correspondencia en donde abordaba cualquier temática que resultara de su interés: política, economía y mucha, muuucha gastronomía regada de buenos tintos. . A partir del evento que realizamos el 11 de septiembre en nuestra tienda para celebrar el día nacional de Catalunya, Flavio reapareció ante mis ojos en carne y huesos acompañado de otros buenos amigos que se han asentado en mis afectos en estos dos años en Panamá. Aq

Enlace recomendado: Sandy Dientes, los restaurantes de Panamá al desnudo

Ayer por casualidad tropecé con un blog de reseñas gastronómicas de restaurantes de Panamá que  desconocía por completo. Se trata de Sandy Dientes y detrás de este nombre aparece una joven aficionada a la buena mesa se anima a desgranar por completo cada restaurante que visita y lo hace con un lenguaje sorprendente, fresco, natural, descarado y con notas de humor, sano  en ocasiones y "picante" en otras.  Muy franca y directa, exponiendo con claridad sus preferencias y gustos personales -estemos o no de acuerdo con ellos-, resulta una ventana abierta de par en par. . Una nueva fuente de consulta de la oferta culinaria de Panamá en el que hay valores añadidos como la profusión de imágenes ilustrativas de cada visita, fotos de gran formato que explican a la perfeccion desde la apariencia del restaurante hasta sus platos y detalles, casi como si fueran nuestras propias imágenes de la memoria porque están tan bien seleccionadas que pareciera que hubieramos acompañado a Sandy Dien

Restaurante Casuale. cocina más allá de lo perpetuo

Desde la primera visita tuve intuición de que estaba ante algo más que un restaurante, por la magnitud de su gastronomía pero también por un intangible que modifica nuestro comportamiento para pasar de lo “casuale” a lo perpetuo. . Así ha sido, no pasa más de una semana en la frecuencia de visita porque en pocos lugares me hacen sentir tan bien, como invitado en la mesa de tu mejor amigo. He demorado en esta crónica buscando un balance de objetividad ante la contundencia de tantos méritos acumulados porque parto de la base de que la perfección no existe, existen los perfeccionistas y ahí es donde se sitúa sin contemplaciones y con enorme personalidad y talento el argentino Fabrizio Torcidia , confieso sin tapujos mi devoción. . Quizás es el nombre del restaurante no retrata sus acontecimientos internos, aquí no hay improvisación ni desorden, existe un plan perfecto que se desempeña a diario gracias a una dirección de orquesta impecable, llena de compromiso y voluntad de servicio. Sin

Tambor de Oro, descubriendo la cocina casera peruana

Recibí la recomendación de un buen amigo sobre la calidad de este restaurante, advertido, eso si, de que el lugar era humilde. Me importó la primera parte del aviso de modo que no tardamos en hacer visita. . El restaurante es poco visible desde la calle, la "Fundadores" en San Francisco, parece más bien una vivienda, pero podemos reconocer este templo escondido de los incas gracias a la multitud de vehículos estacionados. 10 mesas en dos comedores sencillos, escasamente decorados pero pulcros, no hace falta más cuando uno solo aspira a comer bien. Nos recibe Margarita con suma amabilidad, agradecidos de antemano por haberlos elegido. saben que una vez aparezcan los platos conquistarán nuestro corazón para siempre. . Con paso marcial al redoble de este Tambor de Oro fueron apareciendo la selección de platos del chef Paul, el ceviche indispensable para saber como juegan con este clásico del Perú, preparado al instante, muy auténtico y sin aspavientos. Para refrescarnos un aguac

La Papa, cocina colombiana y espacio para banquetes

Conocí este restaurante por acompañar a un amigo que le gusta. No comí mal pero tampoco lograron seducirme lo suficiente los platos pero sobre todo el ambiente del lugar como para regresar por mi mismo. Para mis gustos, es demasiado grande el salón y con eco, cuando hay gentío el ruido debe ser incómodo y eso es algo que no soportan mis oidos y pasados 15 minutos, dejo la comida en el plato, pido la cuenta y me voy. Para quien no sufra esta molestia, posiblemente pueda disfrutar de sus especialidades colombianas: me gustaron las empanaditas colombianas con el picante correspondiente. También es sabroso el ajiaco bogotano para levantar el alma, de hecho cuando voy a un restaurante colombiano siempre pido este plato típico ya que soy fanático de los caldos preparados a conciencia con huesos de res y carnes. Lo más sorprendente y satisfactorio fueron las hamburguesitas variadas, eran divertidas y sabrosas. En el resto de la carta no se prodiga la gastronomía del país vecino y se puede dec

Limoncillo Pony Club, cocina con sentido y sensibilidad

Este pequeño espacio gastronómico situado cerca del parque Omar de la capital panameña tiene estilo y personalidad propia y merece perpetuarse en la oferta culinaria como un valor seguro por el esmerado cuidado que las dos protagonistas, en sala y cocina, imprimen en cada uno de los detalles para hacer que la experencia pueda ser calificada como algo muy especial. . El lugar es minúsculo pero tan bien diseñado que uno jamás siente estrecheces, parte de la sensación de amplitud está provocada por un largo espejo que relaja la vista a los comensales que se sientan de cara a la pared ya que permite observar todo lo que sucede a sus espaldas. Una táctica interesante que permite duplicar el espacio. . A nivel gastronómico, la chef Clara propone su punto de vista sobre la cocina norteamericana contemporanea. Según mi experiencia, se podría hablar de "sentido y sensibilidad", fogones muy femeninos, cocina basada en los detalles. No hay pomposidad ni barroquismo, proponen simplicidad

El chalet Suizo, Centroeuropa en el corazón de Centroamérica

El rincón del suizo más famoso de Panamá es ya un clásico en la ciudad. La cara más cuidada de las distintas inversiones del chef Willy Diggelmann es lugar de referencia en cuanto a selección de vinos se refiere. Dudo que exista otro lugar en la región que albergue una colección de vinos de tal magnitud. Vale la pena encerrarse por unos minutos en la cava subterranea es como la visita al Museo del vino de Panamá . . Uno se queda embobado ante la presencia de ejemplares de añadas míticas de los grandes de burdeos: petrus, margaux, cheval blanc, Haut Brion, mouton rothschild, lafite, latour y un larguísimo etcétera de la flor y nata de la viticultura francesa, española, italiana, norteamericana y de todos los orígenes destacados. Es ampliamente merecido el reconocimiento que le dedica la publicación especializada Wine Spectator , con la concesión del "Award of excellence" y el "Best Award of excellence" que certifica la calidad única de la selección de vinos del rest