Sugerencias del Día en Todo en Domingo

Hace un par de semanas recibía la peticición por parte de Rosana Di turi para responder por correo a un cuestionario para la sección Sugerencias del Día en el suplemento Todo en Domingo de El Nacional.

Las preguntas siempre son las mismas en esta sección y de algún modo provocaban una reflexión por los casi 3 años que llevo en Venezuela. Acabé haciendo unas respuestas tan largas que pensé que no cabrían en el formato de esta sección, recorté el texto lo que provocó un esfuerzo de selección de nombres, personajes y experiencias gastronómicas. Hace una semana Rosana me dijo que aún habían condensado más el texto y convenimos que hoy domingo publicaría en el blog la versión íntegra del texto:

-¿Qué restaurantes de Caracas prefiere?
Independientemente de lo acogedores que puedan ser, lo que garantiza mi regreso es su cocina, en este sentido soy un fanático del Alto de Carlos García, del Yantar de Enrique Limardo y Tatiana Mora, del Mokambo de Ana Belén Myerston, Antigua, el Bar Basque en la Candelaria, Casa Urrutia en la Solano

-¿Cuál del resto de Venezuela recomienda?
El Círculo de Francisco Abenante en Barquisimeto y el Papiros de Takeshi Nagahama en Mérida. Para desayunar muero por las empanadas del boulevard de la empanada de Puerto La Cruz, lo que prepara Elena Battani en la posada Mediterraneo de Los Roques y las comidas privadas que organiza el Señor Manuel Ramos de Cabudare.

-¿A cuáles siempre vuelve?
Además de los anteriormente nombrados, Casa Pakea en Galipán los domingos al mediodía, Me encantan la cachapera de Doña Inés en la vía de Oripoto para las mañanas del sábado, desayunar los domingos en los chinos del bosque, el Comedor del ICC de Sumito y Héctor Romero la noche de los viernes, el sandwich de pernil del area de servicio de Maitana cuando emprendo viaje por carretera hacia el interior del país y a cualquier hora un helado en Gelato Mio de la Trinidad.

-¿Cuáles descarta de antemano?
De antemano no descarto nada que no conozca, de hecho me alimento con los descubrimientos. Le huyo a los restaurantes especializados en cocina española y carnes de gran formato que se anuncian en la radio donde prevalece el trago y domina el ruido. Tampoco me interesan las cadenas de comida rápida aunque un par de veces al año sucumbo ante los argumentos de mi hija de que solo va a comer patatas mientras brinca en el parque infantil.

-¿Algún hallazgo de la ciudad que quiera compartir?
En El Hatillo todos deberiamos comer almenos una vez en el Hajillo's y dejarnos enamorar por Felicia Sanoja. En los Palos Grandes hay una taguara de un chino mandarin cuyas berenjenas salteadas con cilantro y la ensalada de orejas de cochino con cebollina no tienen parangón. En Valencia son magníficas las empanadas operadas de la familia Palacios, en la autopista regional del centro la braseria brasileña en el area de servicio Pare Stop es un milagro de calidad y buen servicio en plena carretera. Los helados artesanos de Gelato Mio de La Trinidad, el último, un sorbete de peras con grappa, el mejor el de tiramisú.

-¿Cuál es su plato preferido?
La "Arepa Fusión": Una arepa con poca masa y la corteza bien crujiente con aceite de oliva virgen, sobrassada de mallorca y anchoas de las costas de Girona. Cada 15 días la paella marinera que prepara mi esposa venezolana Selva, una adaptación de la receta del maestro Carles Colell del Delta del Ebro en Tarragona. De mi suegrita el conejo al coco al estilo zuliano y el estofado de lengua de res. Del ideario de Scanonne muero por un mondongo y de la vanguardia culinaria aún recuerdo un salmón con 5 texturas de alcachofas que hizo una vez Carlos García y la ostra al cava sólido del chef catalán Joan Roca

-¿Qué es lo más raro que ha comido?
Unas termitas vivas en Canaima, el sabor y la persistencia recordaban a un caramelo de madera recién barnizada. De un productor holandés probé un vegetal cuyo sabor era exacto al de una ostra marina y una flor china que provocaba electricidad en el paladar mientras salibaba como un perro rabioso.

-¿Qué no puede faltar en su nevera?
Para mantener la felicidad más íntima necesito sobrassada de Mallorca, longaniza legitima de Vic, jamon ibérico de jabugo o guijuelo, aceitunas aliñadas, vinos generosos y Coca Cola para combinar con ron venezolano cuando la tertulia de un día entre semana con mi mujer se alarga hasta la madrugada. Para provocar la felicidad en mis amigos, la alacena está siempre preparada con un poco de todo para organizar en unos minutos una cena improvisada y agasajarlos como merecen.

-¿Cocina?
Si, lo que mejor se me da es la improvisación y jamás sigo una receta. Es mucho más consistente la cocina de mi esposa Selva y en este sentido hago un buen equipo con ella como crítico.

-¿Cuál es el restaurante de los precios solidarios?
En Caracas la mejor relación calidad precio puede ser la de Mokambo, comer en su terraza no tiene precio. En Barcelona no pueden perderse los desayunos del Bar Tabique junto al mercado municipal de L'Hospitalet, parece imposible que todavía queden lugares donde gozar de la mejor y más generosa comida casera por 3 euros el plato.

-¿Qué plato le recuerda a su infancia?
Desde el primer dia de mi vida hasta que me muera el Pà amb tomàquet, oli i sal de Catalunya. el conejo a la brasa con rovellons con ajo y perejil, un hongo muy apreciado para los catalanes y que he ido desde niño a recoger al bosque y en navidad el pavo relleno de piñones y ciruelas pasas y los canelones rellenos de las sobras del pavo que preparaba mi abuela el día después.

-¿Una cena memorable?
la que con un grupo de amigos venezolanos hicimos recientemente en Barcelona, empezó siendo un desayuno de huevos fritos con foi gras en la Mantequería Ravell y plato a plato, vino a vino, acabamos enlazando con el menú super festival con maridaje de vinos del restaurante de tapas Comerç 24. Todavía hoy estamos haciendo la digestión.

-¿Qué libro de cocina le resulta indispensable?
Para un panadero Aprender a hacer pan es fácil, para los amantes del mar el libro Bacalao del grupo Tábula. Los Cuadernos Apicius como guía para conocer lo último en las vanguardias gastronómicas, Un día en El Bulli para saber lo que se cuece en el mejor restaurante del mundo y para un pastelero el libro Diversiones Dulces de Yann Duytsche. En clave venezolana, admiro la trayectoria de Armando Scanonne.